Hilvanar las palabras,
agruparlas todas en una misma boca;
masticarlas,
escupirlas con rabia,
dejarlas correr por la comisura,
reconocerlas en los labios,
apretarlas con la lengua,
despegárselas del paladar,
sacarlas de adentro,
bombearlas desde el corazón,
dormirlas en el pecho,
respirar los silencios,
marcar los puntos,
seguirlas con los ojos,
descansarlas en los párpados,
susurrarlas en el oído,
dejarlas colgadas en el lóbulo,
atraparlas en el aire,
acariciarlas con los dedos,
dejarlas caer de la mano.