Poema | Crisis de realidad, por Hauser Jam

Serpiente cerebral:
Parloteas con tu cascabel y mi corteza pre frontal,
el hueso está medio centímetro más cerca de volverme idiota,
vaya cálculo mal hecho de entregar tu textura justo a la medida de mis laberintos
Media cara deprimida:
Mi ojo izquierdo en pláticas con el oído derecho
El otro ojo es esquizofrénico
Se dilata hasta que me rompe la boca
Me rompe las muelas cuando estoy dormido
La garganta se abraza de la quijada:
Para no caerse,
para no ahorcarse
La Sensación del cielo besando el suelo y edificios chocando sus frentes y sus costados
Diciendo sí,
diciendo no
Una avenida larga como el tiempo
Las suelas y el tezontle cantando o chillando
Sombras de gatos que caminan
¡No!
Que vuelan,
¡No!
Entonces se arrastran,
huyen de mí como si fuera incendio
El agua resbala por mi cabello
Pero no me apaga
Pasado:
He querido ahogarte pero ni tú sabes quién eres
Fuiste una serpiente hace veintiocho renglones
Y regresaste a contarlos
Porque no estás segura
Tengo que engañarte para tomar ventaja
Sí me ganas solo yo tengo malas consecuencias
Oscuridad cómo negro sol,
cómo verde Ollin
Los colores más tristes
Los recuerdos apagados
Las memorias exiliadas
Carbón que se despinta
Piraña de mercurio
Colmillos de litio
Te conectas como batería
Me prendes como vieja radio que nadie escucha
Once cincuenta y siete
Salgo a caminar esa larga avenida
Un segundo es de noche,
medio segundo es de día
El tiempo es lo único que no se puede dividir
Tres minutos después vuelvo a comenzar mis hábitos
Mi día a día,
mi noche a noche,
serpiente serpiente,
cerebro cerebro,
sangre sangrando,
C-erpiente s-erebro
Cada segundo voy siendo la mitad de lo que un momento antes fui
Me levanto y dialogo con las paredes
Parece que están muertas
Camino y parece que todos están volando
Me río cuando hablan de la guerra
No sé qué es
Pero parece divertido
Tampoco sé bien qué significa  “divertido”
Cuando estoy cerca de saberlo pasa una mosca que se bebe el mar completo en un segundo
Tampoco conozco el mar
Pero de verdad la mosca siempre tiene sed
Sus alas siempre discuten
Una dice que soy blanco
Otra dice que estoy muerto
Yo creo que están ciegas,
están sordas,
están locas
Intentan arrancarse para ver si pueden solas
Once cincuenta y seis
Creo que tengo que ir a dormir
Once cincuenta y cinco
Creo que tengo que empezar a soñar algo
Once cincuenta y cuatro
Creo que hay que cerrar los párpados
No tengo candado
Once cincuenta y tres
Todavía confío en ellos
Once cincuenta y dos
Cuando estoy durmiendo sueño que fumo un cigarro
Once cincuenta y uno
Quedan cenizas en el suelo y flotando
Ni siquiera tengo cerillos
Once cincuenta en punto
Creo que tuve una crisis de realidad.

Hauser Jam. Actualmente se desempeña como guitarrista y compositor en la banda “Colisión Nocturna” y en un proyecto original. Forma parte del “Proyecto Bla, Bla, Bla y Etcéteras”. En el año 2018 se unió a Colectivo Cultura Solar y C.A.D.A.V.E.R. como artista visual, editor, productor y gestor cultural. En éste último, ganador del primer lugar en el concurso de microcuento para la publicación de la edición especial microcuento del fanzine “Letras Rebeldes”.

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