Por si no fuera suficientemente complicado escribir un libro sin ninguna complicación extra, hay un buen número de personas que se marcan algunas reglas más o menos extrañas.
Un ejemplo importante de este tipo de trabajos es la novela francesa Le train de Nulle Part, algo así como “El tren de ningún lugar”. Fue escrita en 2004 por el francés Michel Thaler. En sus 233 páginas no hay un solo verbo. Es decir, es una novela entera, de buena longitud que no necesita ningún verbo para avanzar… Bueno, quizá sí lo necesita; pero no se ha utilizado.
Como decía, si ya es complicado escribir una novela sin ataduras, en estos casos, la labor debe ser abrumadora y, más que nada, muy, muy, tediosa. Y supongo que leerla tampoco será fácil, aunque sí, muy interesante.
en serio eso suena muy interesante y hasta imposible. Hubiera sido de muy buen tono agregar algún fragmento. Hubiera sido épico xd.
Me gustaLe gusta a 1 persona