Quizás alguna vez hayas oído mentar en la calle el nombrecito, pues es muy común ir en el camión rumbo a la casa después de un arduo día de trabajo o escuela y de repente, en una conversación ajena que no puedes evitar cachar con tu mejor oreja, escuchas algo como “sí, ya la leí, es una Bildungsroman”. Tú sabes muy en el fondo que no tienes idea de qué demonios es eso, pero igual asientes con la cabeza como diciendo “sí, efectivamente es una de esas” (no te preocupes, quien lo dijo quizá tampoco sepa lo que quiere decir la palabreja, pero vaya que suena importante). Ya seas quien escuchó el término o quien lo dijo sin saber su significado (y qué flojera guglearlo), aquí te dejo algunas curiosidades de las Bildungsroman para que te luzcas con cualquier persona en una plática de ascensor o de transporte público (con citas de Bajtín y todo el rollo).
El también llamado Erziehungsroman (o novela de aprendizaje, para entrar más en materia) es un género cuyo nombre fue creado “en 1803 por Karl von Morgenstern [y popularizado por] Wilhelm Dithley en 1870 quien lo utiliza para denominar un corpus de novelas que se iniciaría con la obra de Goethe Los años de aprendizaje de Wilhem Meister” (López Gallego 63); sin embargo, también hay quienes afirman que El lazarillo de Tormes (ca. 1554) es una novela precursora de este género, pues narra la vida del Lazarillo desde su niñez hasta su casamiento.
Este género, según Bajtín, se caracteriza por narrar la vida del héroe de manera en que no solo le acaece la vida al mismo con cambios de fortuna que mudan su estado, sino que también se ve cómo el personaje crece y cambia a partir de las experiencias que vive a lo largo de la novela. Con palabras del sapientísimo,
en la mayoría de las variedades del genero novelístico, el argumento, la composición y toda la estructura interna de la novela postulan esta invariabilidad, la firmeza en la imagen del protagonista, lo estático de su unicidad, […] con todas estas diferencias en la constitución de la propia imagen del héroe, no hay movimiento de generación. […] [En el Bildungsroman] el héroe mismo y su carácter llegan a ser una variable dentro de la formula de la novela. La transformación del propio héroe adquiere una importancia para el argumento, y en esta relación se reevalúa y se reconstruye todo el argumento de la novela. (Bajtin 211-212)
Durante los inicios de este género, se consideraba que únicamente podía existir una novela de aprendizaje con protagonistas varones, pues la libertad que tenían las mujeres para un crecimiento de este tipo era casi nula; sin embargo, con el paso de los años, las mujeres tomaron el escenario de estas novelas para ofrecernos grandes obras de la literatura universal (aplausos).
Bildungsroman que debes leer
Nada, de Carmen Laforet
Puse esta novela en primer lugar por tres motivos, debido a la importancia que tiene para la literatura en nuestra lengua, porque es de por sí una lectura obligada para cualquier materia de literatura española y porque me encanta. Con esta novela ganadora del premio Nadal en su primera entrega,
C. Laforet, mucho más que Cela que ya parecía maduro tras su primera novela, fue la avanzadilla de los jóvenes neorrealistas que surgirían en el panorama literario hacia 1950. Se estaba gestando una nueva generación, y con ella una nueva literatura. (Barrera 65)
La protagonista de esta historia es Andrea, quien tiene que mudarse a casa de su familia en la calle de Aribau, lugar donde se desarrollará toda la novela. A lo largo de los dos años que abarca este libro se nos muestra una España desolada por la Guerra Civil que apenas había terminado, una España dominada por el miedo, la paranoia y un catolicismo recalcitrante que se traduce en violencia y represión a las mujeres. Definitivamente es una novela que no puedes perderte.
El guardián entre el centeno, de Salinger
Esta novela te gusta o te va a gustar, te lo firmo. Cuenta la historia de Holden Caulfield una vez que es expulsado de la preparatoria. Este personaje es la rebeldía encarnada que tú, hombre o mujer, eras o quisiste ser (por supuesto, con las reservas que este libro y este personaje nos hace tener).
Efectivamente, esta novela que probablemente ya has leído entra en el género que nos ocupa. No hablaré más al respecto, pues es la novela favorita de muchísima gente y es un “must read” no únicamente del género, sino también uno de los libros que, se presume, debes leerte antes de morir (y sí, aunque, insisto, con las reservas que amerita).
Bajo las ruedas, de Hesse
Este premio Nobel de literatura, lo saben, es una garantía en calidad (por supuesto no por el hecho de ser un premio Nobel). Si has leído Siddhartha o Demian (hazlo si no lo has hecho, me lo vas a agradecer después), sabes de lo que hablo. Siempre con una pluma que parece buscar la tragedia y la profundidad, Hermann Hesse nos regala una Bildungsroman de una pesadez impresionante, pesadez que no se debe al estilo del texto, sino al contenido de la historia plagada de “hubieras” y fracasos.
¿Quieres leer más? Échales un ojo a los siguientes libros, en los cuales no profundizo, pues son incluso más conocidos que los que abordé: La montaña mágica (Thomas Mann), Grandes esperanzas (Dickens), Mujercitas (Louise May Alcott) y El retrato del artista adolescente (Joyce), sí, por más mainstream que sea.
Bibliografía
Bajtín, Mikhaíl. Estética de la creación verbal. México: Siglo XXI. Impreso.
Barrera Pérez, Óscar. «Tiempo de reconstrucción: la posguerra». Historia de la literatura española contemporánea. Madrid: Itsmo, 1992. 17-88. Impreso.
López Gallego, Manuel. «Bildungsroman. Historias para crecer». Tejuelo. 2013: 62-75. Web. <Click aquí para ver el PDF>
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