Ella tiene miedo, mucho miedo. Se le estremece la piel cuando es media noche porque sabe que la espera el dolor. Ya hizo el bolso de la más chiquita y no para de pedirle al más grande que la ayude, así puede terminar lo más rápidamente posible. Su madre se lo advirtió muchas veces y ella en el fondo lo sabía, sabía que no le convenía. Su amiga fue amenazada y tuvo que dejar de hablarle. Ella se traga las lagrimas porque no puede detenerse por nada, pero el reloj marca las ocho en punto y el ruido de las llaves le paraliza el corazón.
Gisela Rodríguez Mazza. Argentina, 1992. Actualmente cursa el profesorado de Letras en el Instituto de Enseñanza Superior Dra. Alicia Moreau de Justo, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires.