[Ilustración: Omar Felipe Martínez
Pasteles sobre craft
15cm. x 35cm.]
POEMA NÚMERO UNO
dormimos tres en
un cuarto frío de Londres,
en Angel,
la ropa se va llenando de pedacitos de hielo
en los bolsillos.
ellos duermen,
yo intento
preparar el café,
sólo entra
la mitad
de una mariposa
por la luz pequeña de la ventana.
prendo una lamparita metálica
para escribir
poemas
mientras se va calentando
el agua.
la lamparita y el papel y el frío
son las cosas
de ahora,
el resto duerme,
la música duerme,
el tabaco…
y ahora mismo,
mirando las cosas de ahora,
oliendo el olor de mis labios
rotos,
me quedo quieto
mirando la lamparita
y recuerdo
la lamparita de allá,
llena de calor,
con tan pocos pedacitos de hielo
en los bolsillos,
allá lejos.
Ella me está guardando
mi lamparita en su cuarto caliente,
en su mesita de noche caliente,
ella está
cuidando un poco la luz
para cuando yo decida
regresar por mi lamparita.
Me tiemblan las manos
en un cuarto de Londres.
POEMA NÚMERO DOS
un espejo grade
en el borde
del colchón,
pego la cara
y veo que ya casi
tengo
los ojos
viejos,
tengo los órganos
de adentro
chorreados de semen,
el dedo gordo
manchado
de la sangre de un
vecino
que ya
tiene los ojos viejos.
Levantarse,
poner las manos en la estufa,
cargar el morral de libros
y buscar
los andenes menos lluviosos,
pasa el amor
con un sombrero de plumas,
compramos comida
y miramos al cielo,
pasa otro amor,
sin sombrero,
con las botas
regadas de lluvia.
Preparamos
un cigarrillo sin filtro,
fumamos,
miramos al cielo.
POEMA NÚMERO TRES
una persona blanca,
sentada en la parte
de arriba de un bus,
va diciendo
que a las personas
negras
les gusta mucho comer
pollo,
y si es frito mejor.
yo escucho y
no pienso en política,
veo, por la ventana,
cómo el viento
intenta llevarse
las partes débiles
de un árbol blanco.
me bajo del bus
y camino hacia la parte negra
de un cementerio enorme,
las moscas
nadan en el barro,
los patos
caminan
por encima
del lago,
mis rodillas se llenan
de agua
y del humo
de una chimenea
pequeña que se ve allá.
una señora negra,
con el pelo blanco,
camina
por el camino
con cinco troncos
de madera
y hielo en la espalda,
yo no me froto
las rodillas,
dejo los ojos quietos,
camino hacia el camino.
POEMA NÚMERO CUATRO
todos
van tomando,
muy lento,
los sorbitos
de una cerveza
con olor
ácido y anaranjado,
comparten,
todos,
silencio
y comparten silencio.
el calor va llenando,
muy lento,
las mesas cafés,
el cuero viejo,
lo solas
de las personas viejas
que hacen esfuerzos viejos
para escuchar
el fondo de sus vasos
llenando el silencio.
otra cerveza,
otra
esquina de alcohol
y silencio,
otro frío,
otro tren, otro intento,
las mismas nubes
afuera,
en todo el centro
de mi sufrimiento,
en el amor
que ya nadie
va tomando.
lleno de pimienta
mi único limón
y los miro,
los miro a todos,
intento, y no puedo,
buscarlos en el fondo
de mi copa
que va llenando
el silencio.
POEMA NÚMERO CINCO
la parte de afuera
de un teatro que se incendió
en 1613,
destapado, redondo, madera vieja,
pelo de vaca vieja,
me hizo pensar en ti, Juana,
porque tú eres
un poco el teatro,
porque tú eres
un poco Shakespeare,
porque tú eres un poco
los Rolling Stones caminando
por encima de las ventanas.
agarro a mi hermano
de la mano, sudor frío y barba,
y le damos una vuelta
al teatro redondo
y voy soñando con tu espalda,
con tus pupilas,
paso mi lengua del sueño
por casi todo tu cuerpo
del sueño.
le damos otra vuelta
al teatro
para intentar seguir soñando,
la mano fría de mi hermano
me empuja,
yo voy ahogado por dentro,
las botas que comparamos juntos,
Juana,
hace diez años
ya tienen huecos
en el caucho,
el saco que compramos
juntos ya tiene
quemaduras en las mangas.
dame tu mano imaginaria, Juana,
y démosle otra vuelta
al teatro,
agárrate de mi manga quemada
y hagamos otro
jardín redondo
alrededor
de este teatro
redondo.
Texto: Josef Amón Mitrani (Bogotá, Colombia, 1987). Hace un doctorado en Teoría de la Literatura en la Universidad Complutense de Madrid, se graduó de Filosofía en la Universidad de los Andes (con una tesis sobre filosofía griega) y de Maestría en Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana (con una tesis laureada sobre el poeta cubano José Lezama Lima). En 2012 apareció su primer libro: Mamarracho de meditaciones imposibles, un proyecto que desarrolló en la ciudad de Tel Aviv. Al regresar a Bogotá, ese mismo año, participó en la fundación del Taller Ciudad de Nubes con el propósito de promover el arte independiente. Hoy, además de los quehaceres del Taller, es profesor universitario y columnista. A principios del 2015, la editorial Domingo Atrasado publicó su segundo libro de poemas: Lluvia de astronautas y, en el 2017, la Editorial de la Universidad del Norte publicó su tercer libro de poemas, 28 poemas minimalistas. Su primera novela, Cosas normales, la publicó la editorial Botas mojadas con el propósito de distribuirla de forma gratuita y libre en plataformas digitales. El autor publica sus cuentos cortos en un blog titulado Relatos.
Ilustración: Omar Felipe Martínez. Estudió la carrera de diseño y comunicación visual, apuntando a la creación de ilustraciones, dibujando, traduciendo y creando mundos y personajes. Apasionado por ilustrar, experimentando y logrando acabados diferentes en cada ilustración.
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