De niños, cuando encendíamos la televisión, podíamos sentir la estática en nuestras cabezas ¿todavía puede sentirse eso o es un poder que se pierde en la infancia? La tele ha envejecido mucho, espero que nadie le regale un espejo y mejor le ponga unos imanes, eso la haría más feliz. Ojalá pudiera centrarme en la aprobación del proyecto de la Guardia Nacional pero mi opinión nunca me ha importado mucho y sé que a ti tampoco. Hace poco murió un robot que se cantaba las mañanitas en Marte y tengo algo que decir y no lo escribiré pronto; encontraron una tortuga que creían extinta en la Isla Galápagos, asesinaron a sangre fría a Samir Flores en Morelos, se fijaron los octavos de final de una liga, Guaidó partió en caravana hacia la frontera con Colombia, murió Karl Lagerfeld y “he’s Venus / Venus as a boy” dice Björk en mi cabeza y me acuerdo de que en el video musical se le queman dos huevos estrellados. Creo que tengo gripa, es mediodía y acabo de levantarme. ¿Los huevos se guardan en el refrigerador?
Caliento la sartén y la mantequilla se derrite mientras parto el aguacate. En un par de horas tengo que trabajar y a pesar de haber dormido siete horas me siento muy cansado. Rompo dos huevos. Fue difícil acostumbrarse al tocuh y scroll de los teléfonos cuando hace algunos años apretábamos botones en las maquinitas con una fuerza descomunal y repetitiva, como si de eso dependiera la vida, pero hemos aprendido a sobrevivir ¿verdad? Sigo bajando con mi dedo pulgar derecho mientras sostengo el mango de la pala con mi mano izquierda:
N(compraventa)
A(9gag)
D(memesfeos)
A(videosfeos).
No soy Björk y no puedo darme el lujo de quemar dos huevos perfectamente comestibles, entonces los volteo sin romper la yema. Maravilloso: “¡He believes in a beauty!”. Los desayunos obligatorios desaparecieron de mi vida en la secundaria y, desde entonces, desayunar es un acto rebelde; aunque supongo que, de vez en cuando, hay que rendirle culto a las rutinas. Creo en todas las Ítacas y sólo en algunos itacates. Si voy a comer solo –pienso– lo haré sin simulaciones, entonces despejo la mesa para quedarme sin fantasmas.
[Sin mensajes en el teléfono. ¿Tenemos gripa o estamos deprimidos, Carolina?]
Venus as a Boy es una canción poderosa pero corta y, justo hoy, la nostalgia de los botones hace que busque el control remoto y en lugar de deslizarme suavemente hacia los infiernos azules de Twitter y Facebook avanzo brusco sobre el infierno vulgar de la televisión abierta. ¿Sabes? parece un estímulo inconsciente que progresa sobre tus dedos y carcome tu carne y sube hasta tu cerebro para indicarte que todavía queda esperanza, que quizá todavía exista algo que te guste: una caricatura, un programa de comida, un comercial de un rodillo que no gotea; zapping le llaman. A los huevos les falta sal.
¡Bendito 45-1!: El Segundo Periodo Ordinario del Primer Año de Ejercicio de la LXIV Legislatura. ¿Quién carajos sabe cómo se pronuncia el número romano? Imagino al despistado:
–No me llegó el memo, ¿cómo se pronuncia ahora?
–Sexagésima Cuarta Legislatura, senador.
Parece que veo un grabado de Goya que produce monstruos sin el sueño de la razón, algo muerto y espectacular como El entierro del Conde de Orgaz, es La calumnia de Apeles con 128 Midas. El canal del congreso es Wall Street, perfecto para un desayuno digerible y ligero que seguro petrifica e intimida a mi estómago con sus movimientos excesivos, con el contraste de los trajes negros y la madera, los fotógrafos y el recuadro que aparece en la parte inferior derecha traduciendo a los sordos; dicen que con cada traducción hay algo que se pierde en el camino y yo espero que se pierda todo. Fue muy difícil desechar la iniciativa de Ley del Fondo para el Desarrollo y la Competitividad del Sur-Sureste, sobre todo por las oraciones larguísimas. Levantar la mano es más fácil, sólo sigues el cuórum y el presidente terminará con un apático “comuníquese [que se desechó]”. El zapping no me defraudó, debimos fundar una religión en torno a él antes de que la televisión envejeciera tanto, nos hubiéramos parecido a Santa Teresa en pleno arrebato místico, con los dedos en los botones y la mirada fija en una superficie sin forma ni fondo: “His fingers / ¡they focus on her!”. No sería difícil canonizarnos.
Después llegó la modificación y derogación de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y fue un desfile bellísimo de locuciones adverbiales, algunos iban vestidos de anglicismos, galicismos, otros tenían moñitos de lugar y de orden; aquí algunos de los fotografiados: En este contexto, en este sentido, asimismo, para esto, para ello, conforme a, respecto a, dicho esto, por otro lado, en el marco de, en cuanto a, y el más extravagante: en este tenor. Debe ser horrible que no te entiendan nada cuando redactaste ateniendo las reglas más estrictas de la real academia de la lengua española, mientras el tipo que te observa por televisión se preocupa porque ya no tiene agua y Martí Batres sólo le pone atención al cronómetro:
-Concluya, Senadora.
-Sí: (alza la mano para que aguanten tantito) INDEPENDENCIATECNOLÓGICA/FLORES/IMPDEDIRQUECIERTOSGRUPOSDELSECTORPRIVADOINCIDANNEGATIVAMENTEENLAPOLÍTICA/GARANTÍADEMETAS/NUEVASNORMATIVASINTERNAS. Le pido pasar la propuesta completa al Presidente del Senado ya que no pude leerla completa.
-Se le notificará (Ríe con el de al lado): ¿Qué tal el Sud 777 el fin de semana?
Hermoso desfile de locuciones adverbiales, ¿cuántas otras se quedaron para siempre en el anonimato porque la senadora no pudo leer su propuesta completa en diez minutos? Tengo que tomar agua, me enchilé con la salsa de habanero. Asqueado de ver esta imagen renacentista retrocedo los canales, ya casi acabo con mis huevos: Canal 40-2, antes, ¿recuerdas?, no había posibilidad de ver repeticiones de los programas y algunos se perdían para siempre en los archivos del canal 11. Aquí es el mediodía, en el 40-2 son las 10:34 a.m. Supongo que la televisión también tuvo miedo de envejecer, un día eres joven y al otro cae sobre ti toda esta nostalgia posdigital.
Encuentro una sección en el 7-1 que habla sobre fuerzas espirituales que mueven el mundo y me quedo allí porque me encantan todas esas tonterías. Es precioso que la extrema necesidad de sentido siempre sea atendida por la ficción. Como si el mundo se subiera a una montaña rusa completamente segura pero siguiera buscando el vértigo y el vómito. ¿Sabía usted, doctor Farabeuf, que la Ouija se inventó en Ohio? Sí, el mismo lugar donde nació Edison; sí, también los Hermanos Wright. ¿Quién iba a pensar que los muertos no estaban en el cielo o el infierno sino aquí con nosotros queriendo comunicarse? ¿Quién iba a pensar que los fantasmas sólo necesitaban un tablero patentado como un juguete infantil en 1880 para hablarnos y no dejar morir las promesas? ¿Quién iba a pensar que sólo necesitaríamos $1.50USD para que mamá muerta nos hablara?
Cambiar compulsivamente de canal se parece al movimiento del vaso sobre la Ouija: Nos da respuestas místicas y aterradoras, y una vaga esperanza que justifica nuestro sentir: ¡cuánto tiempo sin comprar esa cosa que pulveriza ajos en dos segundos! ¡Qué ignorante soy al no saber utilizar los adverbios para aburrir a la gente! Espero que el movimiento del vaso no sea por el simple efecto ideomotor y los estímulos nerviosos involuntarios porque este mundo necesita magia, necesita a Björk enamorada haciendo un huevo y pinturas renacentistas en la televisión, el mundo necesita de la salsa de habanero de mi abuela. Escribir sobre cualquier pendejada no es por el efecto ideomotor, ¿verdad?
Tengo que ir a trabajar.
Rodrigo Mora. (Ciudad de México, 1996) Estudiante de Lengua y Literaturas Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha publicado cuentos en revistas como Rojo Siena, Palabrerías, La liebre de fuego y La Rabia del Axolotl. Es lector de cómics y novelas gráficas. Hoy su canción favorita es “1979” de The Smashing Pumpkins.