Captura mis motivos y argumentos,
Mi pluma, mi mano, mi musa…
mi presta inspiración…
Le cuenta a una flor
El milagro de un alumbramiento.
Recorta el dolor de un corazón
para arrancarlo del fuego.
Se queda en el aire sin vida y sin aliento,
esperando el rescate de una mano en el tiempo.
Puede mi musa abrir puertas y cerrarlas,
dibujar alas y pintar a las luciérnagas fugaces
En un bosque negro.
Vestir de luz al espacio más oscuro,
o gestar una lumbre a los amigos sin rumbo.
Pero se inclina también la fuerza de mi pluma,
A tender una trampa a los que matan el alma.
Al hipócrita que miente cuando nos besa en la frente,
Al que olvida mi nombre y me proclama ausente,
Al que arrasa mis sueños para hundirme en la muerte.
Eso puede mi pluma, mi mano o mi musa,
O como quiera que se llame…
Aturda tal vez, o tal vez calle,
Abrace tal vez, o tal vez mate.