Ojos Vermelhos | Sinergia musical: Tonight de David Bowie

  • Artista: David Bowie
  • Fecha de lanzamiento: 24 de septiembre de 1984
  • Género(s): Rock, Reggae, Dance, Blue-eyed Soul
  • Sello discográfico: EMI
  • Duración: 35:47 minutos

Es necesario que comience esta reseña con una sentencia: no estoy, en mi papel de escritor y “crítico”, de ninguna manera, tratando de defender lo indefendible; tampoco creo “ir contra la corriente” con el gusto y cariño que le tengo a este álbum. Pero, si de algo sirve mi palabra, me gustaría utilizarla para abrir los horizontes, aunque sea en lo mínimo, de quien me esté leyendo. Sin más que decir, como diría el mismo David Bowie en su canción “Changes”, Turn and face the strange…

Tonight, lanzando el 24 de septiembre de l984, fue el sucesor directo de Let’s Dance, uno de los álbumes más exitosos —y polémicos— en la carrera de este gran artista británico, el cual había sido publicado un año antes. La fama y popularidad que dicho trabajo le dio a Bowie fue monumental; si bien él ya había tenido una carrera exitosa en toda la década de los años setenta, con trabajos tan grandiosos como The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972), Station to Station (1976)o “Heroes” (1977), la realidad es que él siempre fue considerado un artista de culto. Nunca había encajado totalmente con lo mainstream. No sería hasta en la siguiente década que él alcanzaría la masividad, como ya lo expuse. Y fue justo esta masividad la que metió, por primera vez, en problemas a David Bowie. La compañía discografía presionaba a Bowie para que les diera una segunda parte de Let’s Dance, al mismo tiempo que estaba en la gira más exitosa de su vida. Incapaz de escribir material suficiente para llenar todo un LP, el británico recurrió a la ayuda de su mejor amigo Iggy Pop (con el cual ya había trabajado previamente) y , junto con el mismo equipo con quien había colaborado en su disco anterior —exceptuando al productor Nile Rodgers de la agrupación Chic—, David Bowie, en un tiempo de aproximadamente cinco semanas, completó la producción de Tonight.El LP fue un éxito: obtuvo buenas ventas, incluso se volvió un disco de platino; pero la crítica lo destruyó. Con pobres apreciaciones y comentarios como que era un álbum “podrido”, Tonight se convirtió en lo que el propio Bowie designaría como su “época de Phil Collins”.  Pronto el artista se distanciaría de este trabajo y en consecuentes giras tocaría apenas una o dos canciones de él.

Después de todo este necesario contexto, puedo proseguir con mi crítica —y hasta defensa— de uno de los discos más infravalorados de David Bowie.

“Loving the Alien” es la canción que abre esta producción. Con siete minutos de duración, es la pieza más larga del álbum y una de las únicas escritas enteramente por Bowie. Con un sensual arpegio, la composición avanza lentamente hasta que, por el primer minuto, el ritmo se vuelve agresivo con la ayuda de unas inusuales pero eróticas marimbas. Bowie, con la ayuda de un falsete, empieza a exponer su crítica hacia la religión, sus instituciones y hacia la problemática entre Palestina e Israel. Vaya concepto para un sencillo que, de hecho, estuvo en las listas por varias semanas.

Con una batería tranquila, pero lo suficientemente poderosa para poder ser la primera ruptura del disco, “Don’t Look Down” es una canción que sorprende al escucha. Esta, siendo una composición previamente grabada (y co-escrita por Bowie) en el álbum New Values (1979) de Iggy Pop, con un ritmo más apegado al Rock y New Wave, es revivida de una manera completamente diferente. Suaves texturas creadas por sintetizadores acompañan al ensamble de metales para completar esta nueva versión, la cual es dominada por el Reggae (en efecto, ¡David Bowie llegó a hacer Reggae!). Con apenas cuatro suaves y encantadores minutos, la segunda pieza de Tonight es, creo yo, la verdadera pieza clave para entender este disco en su conjunto. De nuevo, Bowie casi no escribió material para este LP y se apoyó de melodías escritas anteriormente; sin embargo, trató —como siempre— de darles un giro inesperado y único. La importancia de este trabajo no es tanto la composición, sino la renovación.

Pero, todo gran artista, tiene sus bemoles y la tercera canción de esta producción lo es. Con una producción a la Phil Spector, “God Only Knows”, una versión de The Beach Boys, pasa algo desapercibida. Para nada es una mala interpretación y/o arreglo, pues la voz de Bowie deslumbra como siempre: va aumentando su registro y su tensión, acrecentando las emociones conforme la pieza progresa y llegando a una bien merecida apoteosis. Y hasta ahí. Con esto no quiero decir que su voz no sea suficiente ni mucho menos; sin embargo, la canción termina por ser un cover más —de los no tan memorables— en su carrera.

Por fortuna la parte medular del álbum abre con la mejor canción —en mi opinión— en su totalidad: la homónima “Tonight”. De nuevo, una nueva interpretación de una canción antigua; la primera versión, la cual aparece en Lust For Life (1977) de Iggy Pop, es una historia de sobredosis y supervivencia. Esta, en cambio, es una canción de amor. Tal vez sea polémico mi juicio, pero realmente prefiero la versión de Bowie. Tal vez no tenga la profundidad o verosimilitud que la original; sin embargo, su mensaje vaya que trasciende más allá que una canción melosa. Con la ayuda de la potente y singular voz de Tina Turner y ritmos jamaiquinos, “Tonight” pasa de ser un obscuro réquiem a una fiesta de esperanza. No es gratuito que en estos tiempos tan nublados, esta canción esté constantemente en mi mente —otra de las razones por las cuales quise compartir mi gusto por Tonight—. Puede que no sea una pieza tan trascendental o políticamente cargada como Scary Monsters (and Super Creeps) (1980), pero sí que es perfecto para una pausa necesaria.

La segunda parte del álbum es lo opuesto a la primera. Una triada de canciones arranca este capítulo de una manera feroz y fugaz: “Neighborhood Threat”, “Blue Jean” y “Tumble and Twirl”. La segunda fue el sencillo más exitoso y recordado del LP en cuestión, pues sigue apareciendo en los últimos recopilatorios de Bowie. Con un sonido un poco más influenciado esta vez por ritmos latinos, “Blue Jean” es entretenida y dinámica. Con una buena y similar sazón, “Tumble and Twirl” es un baile frenético de críticas a la globalización y, sobre todo, a la influencia e injerencia de los Estados Unidos en Asia, ya que la canción habla sobra la isla de Borneo. Con una inteligente sátira, donde los pobladores usan jeans y camisetas con rostros de celebridades y leen Playboy, David Bowie hablaba de las preocupaciones emergentes de su tiempo y, específicamente, de esa década.

Tonight cierra con dos números: “I Keep Forgettin’”, una versión del sencillo de 1962 de Chuck Jackson que, a diferencia de su original, remplaza su ritmo Soul con algo mucho más Rock, pero conserva sus marimbas joviales. Y, siendo otro de los puntos bajos del disco, “Dancing With the Big Boys”, con la participación del mismo Iggy Pop en la voz y la coautoría de Carlos Alomar —uno de los mejores guitarristas con los que tocó Bowie—, resulta ser una composición bastante problemática y, sobre todo, olvidable. La estética del álbum está ahí: trompetas por doquier, las influencias latinas y jamaiquinas, en fin, una embestida sensual de sonido; sin embargo, desgraciadamente, es un final con muy poca gracia. No hay cambios en la estructura de la canción y eso la vuelve totalmente estéril, la improvisación de las letras entre Bowie y Pop, si bien resulta interesante en algunos casos, no llega a la maestría que estas dos personalidades han conseguido alcanzar en canciones como “China Girl”. Y, finalmente, el  efecto de sonido que se repite a cada veinte segundos cantando “Big boys” es simplemente odioso.  

Con colinas y valles —un hijo no tan afortunado—, con más aciertos que yerros imperdonables, el decimosexto trabajo de David Bowie para nada merece toda esa marea de ataques y malas críticas que recibió en el momento de su publicación. No es su mejor versión, eso queda más que claro, pero tampoco es un desperdicio ni mucho menos una maldición: de la misma manera que la sinergia, Tonight, en conjunto, es mayor que la suma de sus partes.

Creo yo que es bastante pertinente revisitar esta producción en estos tiempos para que se desmitifique;  este álbum no solo podría ser un gran resumen de la década de los 80  (años que han estado bastante presentes en estos últimos tiempos), sino para servir de ejemplo —y uno bastante conveniente— de que se puede ser renovador y vanguardista hasta en los tiempos más desesperados. Everything will be alright Tonight….


4

Enrique García Moreno (Ciudad de México, 1998). Estudiante de Lengua y Literaturas Modernas Portuguesas (simón, existe) y de Actuación. Melómano de profesión y cinéfilo de oficio. Escribe poesía vermelha y prosa. Ha participado en varios concursos de relato como el Juan Rulfo o el Luis Arturo Ramos de la Universidad Veracruzana.

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s