Coloqué mi dedo para deslizar la foto del protector de la pantalla, subió hasta desparecer. 7:09 p.m. Después de doce horas sin ver el teléfono, tecleé el código de desbloqueo: 4180. Está conformado por la numeración de un domicilio donde me menospreciaron por ser mujer y hay un dígito intercalado, el cual es el recordatorio de las veces que me violentaron en ese lugar.

Ingresé a la pantalla para teclear el nuevo password que exigía el archivo de pdf, esta vez tecleé 30109, es la fecha de mi secuestro y hay un número intercalado de las veces que sentí su pene erecto sobre mí.

El archivo se abrió, anoté el saldo de pago y me dirigí a la aplicación del banco en línea. Esta vez el numero 06154 me permitió entrar al portal. Es la fecha en la que mi padre fue asesinado y hay un dígito intercalado de las veces que mi abuelo lloró por él.

Sin pensarlo, en el código de referencia para identificar el pago, agregué 30894. La fecha en que mi abuela falleció después de una larga agonía por el tratamiento del cáncer, el número intercalado es las veces que mi madre se recriminó por el suministro de los químicos.

Sonreí al cerrar la aplicación del banco.

7:56 p.m. Volví a bloquear mi celular y lo coloqué junto a la laptop. Dirigí la pequeña flecha del cursor hacia mi nombre, di click sobre el ícono de seguridad y me dio acceso a la administración de archivos.

89212 es el número de audios que he bajado y revisado desde hace tres días; descargué cada uno de la nube. Al bajarlo y convertirlo en mp3 lo nombro con la fecha que te conocí, intercalando esta vez el número de veces que me has decepcionado.

Estoy creando mi lista de contraseñas para mi seguridad futura.

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Claudine Flamand Monterrubio. Guanajuato, México. Ha publicado en Editorial Rodrigo Porrúa su primer libro de cuentos, Relatos Inesperados Vol. VI, y su primer cuento de realismo social, “Un cuarto privado”, en la revista electrónica Ojo Blindado.

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