
Fecha de lanzamiento: 4 de junio del 2020
Género(s): Pop alternativo, Rock, lo-fi
Sello discográfico: Dead Ocean
Duración: 37 minutos
Siempre hay que esperar por las sorpresas; estas, en ningún momento, son producto de lo predecible o la impaciencia. Como veo que comienza a amanecer, poco a poco, para nosotrxs, el primer álbum que me vino a la cabeza para la edición de este mes fue la nueva producción de la banda estadounidense Japanese Breakfast, quienes nos regalan una belleza hecha LP.
Japanese Breakfast es una agrupación joven que, desde 2016, comenzó a retumbar en las paredes de las cosas. Liderada por la cantante, guitarrista y compositora de origen coreano Michelle Zauner, esta banda ha logrado cultivar un pequeño pero fiel grupo de seguidores que, estoy seguro, se expandirá gracias a este disco. Sus primeros dos trabajos, Psychopomp (2016) y Soft Sounds from Another Planet (2017) son potentes elegías lo-fi con tintes punk, las cuales hablaban directamente del proceso de duelo de Zauner tras la muerte de su madre. No obstante, la cantante decidió que su siguiente álbum tenía que ser la otra cara de la moneda; una celebración a la vida, Jubilee.
Esta fiesta empieza con el tema “Paprika” que sirve como una excelente introducción; el ritmo marcial de la batería le otorga una dimensión de carnaval a esta canción, lo cual crea una gran imagen de las emociones de este disco. El primer sencillo, “Be Sweet”, le sigue. Tengo que confesar que este es, al lado de Róisín Machine de Róisín Murphy, uno de los mejores disco revival de lo que lleva el año. Este tema juguetón habla sobre la responsabilidad afectiva que debe existir en las relaciones personales; es, sin duda, uno de los mejores cortes del LP.
El carnaval se calma con “Kokomo, IN” y “Slide Tackle”. La primera es una pieza acústica, algo que no es extraño en el catálogo de Japanese Breakfast, la cual se diluye en un arreglo de cuerdas minimalista pero muy bello. Continuando con la calma, la segunda canción mencionada establece una vibra sintética muy relajante, parecido a lo que Gorillaz hace con “Andromeda”. La cereza del pastel de “Slide Tackle” es ese solo de saxofón que te derrite dulcemente.
El primer lado del disco cierra con “Posing in Bondage”, una nueva versión de una canción que apareció como lado B en 2018. Esta es la primer pista de que, aunque el álbum celebra la vida y la alegría, Zauner seguirá tocando temáticas obscuras, otorgándole un interesante balance a Jubilee. Una balada sintética que habla sobre la aproximación hacia otra persona, mediante la práctica sexual del Bondage.
La segunda parte de la fiesta comienza con “Sit” y “Savage Good Boy”. “Sit” parece haber sido sacada del disco anterior de la banda Soft Sounds from Another Planet, pues tiene una composición mucho más simple que las canciones anteriores. Quizá llega a desentonar un poco con el estilo general del disco, pero no es un mal tema. “Savage Good Boy”, por otro lado, continua esta experimentación pop de Zauner, convirtiéndose en un punk psicodélico, el cual termina con uno de los riffs más interesantes en la discografía de Japanese Breakfast.
“In Hell” es una respuesta a la primera canción que la agrupación sacó al publico, titulada “In Heaven”. Mientras que esta es una balada que habla sobre la trascendencia de un ser amado fallecido, “In Hell” es un lamento por no tener a esa persona. “Tactics” es el tema más barroco del disco, el cual, con la ayuda de unas hermosas cuerdas y un arreglo de instrumentos de viento, habla sobre el distanciamiento como una forma de sanar heridas irreparables.
La fiesta llega a su fin con la épica “Posing for Cars”, hermana de “Posing for Bondage. Este gran finale está compuesto por dos secciones; la primera es una confesión de amor electroacústica, la cual, poco a poco, va escalando hasta explotar en uno de los mejores solos de guitarra en la carrera de Zauner. Una emotiva y larga conclusión que demuestra que el verdadero júbilo es disfrutar todas las etapas de la vida, sin importar lo agridulces que sean.

Enrique García Moreno (Ciudad de México, 1998). Estudiante de Lengua y Literaturas Modernas Portuguesas (simón, existe) y de Actuación. Melómano de profesión y cinéfilo de oficio. Escribe poesía vermelha y prosa. Ha participado en varios concursos de relato como el Juan Rulfo o el Luis Arturo Ramos de la Universidad Veracruzana.