[Texto resultado del Taller de Cuento: julio 2021]
Cada día, llegando el atardecer, Doña Lucía, como era conocida en el pueblo, se sentaba y se dedicaba a tejer. Lo que no sabía la gente del pueblo es que ella tejía con un hilo mágico. Todo lo que tejía se podía materializar en algo real.
Ella vivía sola, nunca se casó. Dicen que tuvo un prometido, pero murió en la guerra. Uno de sus mayores anhelos era ser madre. Todas las tardes se la pasaba tejiendo ese preciado regalo.
Al paso de los días su hija se iba materializando. La niña tenía una larga y hermosa cabellera rizada color rojizo. Doña Lucía ya quería terminar de tejer para por fin poder abrazar a su hija “Esperanza”.
Karol Cristhell Montejo Damián. Teapa, Tabasco,1990. Estudió la licenciatura en Sociología en la UJAT, la maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural en Ecosur. Estudió el Diplomado de Redacción profesional en 2019 en la escuela de escritores José Gorostiza (Villahermosa, Tabasco). La escritura ha sido parte importante de su vida, principalmente para expresar emociones que a veces no podemos demostrar, poder imaginar mundos fantásticos y tener aventuras inolvidables.