Homo Viator
Por Perla Mendoza
Nube entre los árboles, nada
armonioso, llueves en el verde,
meditando,
a través de cortezas bifurcadas y manchas de sol
caes en mi mano, bálsamo dorado de estos pasos.
Blanco en las hebras entrelazadas, cuerdas que se rompen y se anudan,
horizonte crepuscular: aquí cumbres, sinuosidades y sendas.
Círculos concéntricos y espejos húmedos instantes,
rotos por una gotita de luz.
Tus curvas minerales echan raíces en mis raíces,
susurro viento suspiro: manchas de tinta azul.
Cráteres y vestigios, tierra de niebla nieve nimbos: huele a frío hielo sol.
Calor profundo de tus entrañas: quédate ahí.
Aquí este segundo es nuestro, aquí.
Desciendo y canta la campana
sirena de bordes rojos y espuma: apareces y esperas
primordial y para siempre bajo los adoquines y las suelas:
me sumerjo en ti, aquí, también aquí, y allá, y en todos tus nombres.
Flama en los umbrales, sigiloso camino de sombreros y mantillas, de flores y de cirios:
este altar bajo tu sombra arde en fuego de voces, de plegarias y destinos.
¿Quién eras tú aquí?
¿Quién soy yo aquí?
O tal vez otra pregunta: ¿Qué buscamos aquí?