Mundus est universitas omnis
por Daniel Brumaire
En el principio: la tierra rugía con fuerza y poder
Y era venerada por su estruendo.
Pero la voz de Gea fue callada.
Silencio sepulcral.
Cada mañana el sol saluda desde el oriente,
el humano busca e ignora, pero la tierra
calla.
La búsqueda: camino que requiere sacrificios.
Entrar a la tierra y buscar su centro: Vientre materno.
Entre cantos y danzas,
el fuego sagrado habla,
el humano conoce el fuego interior,
los tambores invitan a rugir pues, en su centro, Gea despierta,
Vaivén del ritmo:
el cosmos se observa desde dentro
y cada parte de la naturaleza está en el fuego.
Como lava: el adentro del humano se fusiona con el adentro de la tierra
Y ambos gritan al unísono: rugen y lloran
pues son reflejos del otro.