Ensayo sobre la niñez o de la semilla del infinito (3 de 5), por Hugo Martínez

[Imagen: María Guerrero, niña (1878), de Emilio Sala] Un mundo fijo, en su pretensión tan adulta, no puede más que despertar cierto desconcierto que raya en el rechazo, el rechazo más serio jamás imaginado por ser tan niño y expresado, de manera positiva, en este verso: “Con el segundo [milagro] se creó eternamente humano y niño”[1]. Si…